Adelita es como se le llama en México a la mujer combatiente. El término surge de la revolución mexicana (1910-1917), cuando las sufridas esposas de los revolucionarios tomaban a los chilpayates y el comal para seguir a sus maridos al combate. Se cuenta que, durante las, muchas veces, salvajes escaramuzas, ellas tomaban el fusíl de la mano del esposo muerto y entraban en batalla. La foto que se encuentra a la cabeza de este post fue tomada por los hermanos Casasola en 1911, y muestra el espíritu de estas mujeres jaguar.
Se cree que la Adelita real fue una mujer llamada Altagracia Martínez, hija de acaudalados hacendados del profiriato, que se unió a la revolución bajo el mando de Francisco Villa. Al parecer, fue muy cercana -pero muy, muy cercana-, al Centauro del Norte, pues la rebautizó como Adela. Refiere la conseja popular que Altagracia fue asesinada por órdenes de Pascual Orozco, acérrimo enemigo de Villa. Sin embargo, su valentía hizo que las demás mujeres guerreras se comenzaran a llamar así. Otras versiones sostienen que fue enfermera, que se llamó Adela Velarde y que alternaba sus funciones de curar a los heridos con las de mandar al otro mundo a los del bando contrario.
Háyase llamado como se haya llamado, la Adelita se convirtió un símbolo muy estimado en la cultura mexicana, pues, contrario a lo que se pueda pensar en una sociedad tan machista como la nuestra, la mujer ha tenido siempre un papel central dentro de la historia del país. Ahí está, por ejemplo, Eréndida, la guerrera purépecha que se levantó en armas en contra de los invasores españoles y que murió traicionada por su propio pueblo; también encontramos a Maria Luisa Rodriguez, alias "La güera", quien fue activista e ideóloga de la independencia en los primeros años del siglo XIX. Estan, también, las conspiradoras Leona Vicario y Josefa Ortíz de Dominguez, quienes combatieron la lado de los insurgentes de patilla gruesa y sotana de sacerdote. Finalmente, podemos mencionar a las bravas hermanas Serdán, quienes en compañia de su hermano Aquiles despacharon a tiros a gran cantidad de policías de la ciudad de Puebla el 18 de noviembre de 1910, en un acto que se considera el precusor inmediato de la revolufia mexicana.
La soldadera, del grabador José Guadalupe Posada
Y ahora, por supuesto, se pueden contar a las miles de mujeres que conforman las brigadas de resistencia civil de Andres Manuel López Obrador y que, el 10 de abril pasado, cercaron al Senado de la República. La razón es muy simple: tratan de evitar a toda costa que un puñado de legisladores corruptos apruebe la inciativa de reforma energética del gobierno ilegítimo de Felipe Calderón.
Recordemos: en el 2006, en México, se realizó un fraude de proporciones pantaguélicas que tuvo como fin imponer al mencionado Calderón como presidente de la república y despojar de la presidencia a Andres Manuel López Obrador. A pesar de los esfuerzos de la sociedad civil y de la resistencia, Calderón tomó protesta como presidente desde el primero de diciembre del 2006, y sigue desgobernando el país hasta el momento.
Desde el inicio se podía percibir que a Felipe Calderón lo patrocinaban intereses muy tenebrosos y grandes. El fraude -y su posterior "legitimación"-, fue una multimillonaria inversión para aquellos que le apostaron al chaparro dictatorial. Ahora se ve que lo que esperaban los sponsours del gobierno de facto es la apertura del sector energético a la inversión privada.
El botín esta ahí: Petroleos Mexicanos (PEMEX), Comisión Federal de Electricidad (CFE) , y la Compañia de Luz y Fuerza del Centro (CFE), empresas que manejan los hidrocarburos y la generación de energía eléctrica en México. Ya desde el 2006, tanto los piratas trasnacionales como Halleburton, Repsol y Shell, como los rapaces grupos empresariales mexicanos, se lamen los bigotes, esperando que les permitan atascarse a manos llenas con los recursos que, como lo estipula la Constitución, son usufracto del pueblo de México.
Felipe Calderón y su equipo de filibusteros tardó estos dos años en tejer las complicidades necesarias para abrir el botín de los energéticos. Se alió con signores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y compró las conciencias de una parte de los legisladores del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD); además de darles muy buenas prebendas a los concesionarios de medios para que le fueran afines al proyecto... Todo parecía estar listo, hasta que llegaron las adelitas y les jalaron el mantel.
Cierto. El clima político-social en México está crispado. El PRD es un cascarón por el que están luchando diversos grupos de políticos carroñeros, más preocupados por seguir viviendo sin trabajar que por el bienestar de la nación. Cierto que el Frente Amplio Progresista (FAP), la organización de la que son parte las Adelitas, ha tenido múltiples errores. Sin embargo, la defensa de los energéticos es medular. Sin ellos, el país se colapsaría al perder el control de su empresa más rentable, y muchos servicios que aún funcionan -aunque malamente-, como el IMSS, el ISSSTE, y la infraestructura de educación gratuita, se desquebrajarían sin remedio.
Acá, una Adelita como de libro de texto gratuito
Además, hay algo que muchos de los que prestan oídos a los coríferos del poder no ven aún: si PEMEX se abre a la iniciativa privada, los impuestos subirían de manera espeluznante. Petroleos Mexicanos, al darle a Hacienda 7 de cada 10 pesos de sus ganancias, es el principal sostén económico de la estructura gubernamental mexicana -esa que da dietas de 9000 U.S.D a los diputados y sueldos de 50,000 U.S.D. mensuales a los jueces de la suprema corte-. Mucha gente sigue diciendo que "No siente a PEMEX en sus bolsillos". Si la empresa es entregada a la iniciativa privada, seguramente lo sentirán... pero hasta adentro.
Ahora, la moneda está en el aire. el desgobierno de Calderón y asociados está arrojándose con todas sus fuerzas con tal de obtener la ansiada reforma. Seguramente, el enanohijodeputa y sus charros negros -Juan Camilo Mouriño, Cesar Nava, Germán Martínez, y demás-, esperan obtener su ten per cent de la transacción y vivir como reyes de por vida. De ahí su desesperación por saquear al país. Sin embargo, les ganó la soberbia, pues jamás se imaginaron que un grupo de mujeres guerreras, dignas hijas de México, los lograran parar, por lo menos por un tiempo.
En definitiva, si todavía hay esperanza para este país, esta no se encuentra en los pasillos de las cámaras legislativas, ni en los edificios de los partidos políticos, sino que acampó bajo las lonas de la calle de Xicotencatl.
Omar Delgado
2008
4 comentarios:
¡¡Impresionante!!
Y pensar que para mi, Adelita, era una pequeña pieza para guitarra de Francisco Tárrega...
Dice el saber popular: "nací sabiendo y morí aprendiendo". Y mientras tanto, en el camino, disfrutando de buenas lecturas como esta :)
Jabusss
Ay Lobito, la neta es que ya no quiero pensar en eso, creeme que me aterra lo que pueda pasar... hasta ganas me dan de unirme a las Adelitas...
Me duele mucho, demasiado que a la nación que me ha dado todo, se la esté llevando el carajo, o la Iniciativa Privada, que para el caso es lo mismo.
Besos chilangos
puraz mamadaz en ezte blog!!! jaja no0 ez ziierto0!! muii buena tarea!!!!
Su nombre era Adela Velarde y era enfermera de la Cruz Blanca durante la Revolución. Su novio era un sargento llamado Antonio que murió en batalla. La escritora Mónica Lavín escribió un libro sobre mujeres revolucionarias llamado Las Rebeldes, está muy bien documentado y en él da más información. También puedes encontrar estos datos en Wikipedia. Las enfermeras de la Cruz Blanca eran mujeres de clase media y media alta, con educación formal y no el prototipo de la soldadera. Sería interesante investigar más. Cuando lees la Biblia te enteras de que María Magdalena no era prostituta (aunque sí fue repudiada por su marido por otras causas, según los historiadores). Quizá Adelita sí haya sido "soldadera" o tal vez simplemente se hizo popular por su canción. Saludos
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