jueves, marzo 29, 2007

Cihualcóatl

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Cihualcóatl significa, literalmente, "Mujer serpiente", en náhuatl. En los mitos de nuestros abuelos era una criatura monstuosa, encarnación del caos, a la cual Tezcatlipoca, dios de la noche y el destino, y Quetzalcóatl, númen de la luz, la sabiduría y la civilización, mataron y descuartizaron. Según dichas crónicas, con los pedazos de la mujer serpiente ambas deidades crearon el universo.
Cihualcóatl, en el México prehispánico, también era un cargo político. En el imperio de la Triple Alianza (Tenochtitlan- Texcoco- Tlalocan) era el segundo funcionario más importante, la sombra del Huey Tlatoani. Él (Siempre fue un hombre, a pesar del cargo), se encargaba de las regulaciones del comercio, de la política interior y de las negociaciones que se hacían con las otras ciudades parte de la alianza. El Cihualcóatl era el poder detrás del poder, la mano terrena del Tlatoani (El cual era un cargo más religioso que político, más un Dios encarnado que un dirigente). Muchas veces el Cihualcóatl era quien realmente gobernaba el imperio.
El personaje más famoso que ostentó este cargo fue Tlacaélel -el del corazón varonil-,(1398-1502), el cual fue Cihualcóatl de varios Señores Mexicas. Hermano de Motecuzoma Ilhuicamina o Motecuzoma I, fue uno de los artífices de la rebelón que liberaría a los mexicas del señorío Tepaneca (Azcapotzalco) y posteriormente, figura indispensable para el surgimiento de la alianza que se convertiría en el imperio más importante del altiplano central. Su influencia en el gobierno era legendaria y se le acusó muchas veces de abusar de ese poder. Incluso, una de las grandes incógnitas en la historia mexicana es la muerte del Tlatoani Tizoc (fallecido en 1486), la cual se dice que fue consecuencia de un veneno que le fue administrado por órdenes de Tlacaélel.
El México moderno tiende a emular -más de lo que estamos dispuestos a aceptar-, las estructuras sociales del México prehispánico. Durante el presidencialismo que surgió después de la revolución mexicana, en el imaginario colectivo, el presidente era más un Tllacatecútli -literalmente "señor de los hombres", omnipotente, omnipresente, una fuerza de la naturaleza- que un mandatario, mientras que otras figuras políticas han sido más "terrenales" en su uso y abuso del poder. Como ejemplos podemos mencionar a Luis Echevería (Antes de ser, él mismo, el Tlatoani sexenal), Fernando Gutierrez Barrios y Fidel Velázquez.
En la actualidad, en nuestro panista y premoderno país, esta figura está, por primera vez, encarnada en una mujer: Elba Esther Gordillo. La nueva Mujer serpiente -ahora sí, sin conflictos de género-, es la política más poderosa de México, sólo por debajo (y eso lo dudo), del presidente Felipe Calderón. Con la nueva ley del ISSSTE, aprobada a finales de marzo de 2007, los fondos de las jubilaciones de los burócratas (que representan miles de millones de pesos), podrán ser controladas por el grupo de poder de la maestra Gordillo. Gracias a esta ley, la política chapaneca controlará totalmente el voto de los empleados del estado (alrededor de cinco millones de votos), lo cual le dará el poder para elegir a los próximos presidentes de la república, literalmente.
Y no es que la miss Gordillo no haya hecho algo parecido antes. Gracias a sus labores y al control que tiene sobre el sindicato de maestros (S.N.T.E), la mujer fue un factor determinante en el fraude que tuvo como resultado la imposición de Felipe Calderón. Es bien sabido que la maestra cabildeó con los candidatos que tenían posibilidades de ganar: El mencionado espúrio y Andres Manuel López Obrador. El tabasqueño, político extrañamente íntegro, rechazó la ayuda de Gordillo, mientras que el michoacano la acogió en su seno. Los resultados están a la vista.
Actualmente la maestra tiene sus tentáculos extendidos en instancias que son vitales para el estado mexicano: el Instituto Federal Electoral (IFE), el S.N.T.E mencionado, la S.E.P (Secretaría de educación pública), y el partído político conocido como PANAL, y parece que va por más. Mientras que el ilegítimo Calderón ni siquiera puede actuar contra el ex- presidente Fox debido a sus compromisos políticos, Elba Esther es cada día más fuerte.
Lo peor que pudiera hacer la maestra es aspirar a ser la primera presidenta de la república. Más bien, es probable que, como Tlacaélel, como Fidel Velázquez, se convierta en la sombra de los póximos mandatarios, ejerciendo el poder real.
Por lo tanto, si algún día tenemos nuvamente la oportunidad de cambiar a este país, debemos recordar el mito fundacional de los mexicas, y tener plena conciencia de que nungún nuevo México será viable si antes no despedazamos a la Cihualcóatl.
Omar Delgado
2007

1 comentario:

Templario Azteca dijo...

Saludos.
En el libro de Fray Bernardino de Sahún “Historia General de las Cosas de la Nueva España” se menciona que los 12 franciscanos que llegan por primera vez a tierras mexicanas a evangelizar, son quienes destruyen los ídolos y cúes (pirámides y templos) de nuestros ancestros colocando sobre ellas las iglesias.
Después de la película del Código de Vinci descubrimos que en nuestros tiempos ya no se desencadenan desastres religiosos por el fanatismo, la mayoría somos capaces de escuchar diferentes opiniones de manera pacífica y respetuosa.
¿Qué tan posible será que los franciscanos permitan excavaciones bajo sus templos? Esto mostraría zonas arqueológicas que beneficiarían nuestra cultura, las visitas turísticas que mejorarían la economía de los lugares, y a ellos pues también les aumentaría la visita a sus iglesias.