jueves, julio 20, 2006

Lupito y sus calacas

Escribo este post a modo de carta, esperando que por azares del destino, los bits y los megabytes de la Internet puedan hacersela llegar al maestro José Guadalupe Posada, uno de los causantes de mis desordenes mentales.

Estimado Lupito:

Estoy viendo la foto más famosa que hay de tí, esa en donde estás afuera de tu taller. Estás ahí, fumando, enseñando tremenda panza y tupido bigote. A tu lado está tu hijo, ese que querías que siguiera tus pasos y que tuviste la desgracia de ver morir antes que tú.

He de decirte que a primera vista pareces un hombre recio, taciturno y de vez en cuando irascíble. Te puedo imaginar en el momento justo después de que te tomaron esta foto: terminaste tu cigarrillo, fuiste a tu mesa de trabajo, te sentaste en tu viejo banco y suspiraste. Tomaste uno de tus punzones, y con tus manos encalladas comenzaste a devastar alguna placa de metal o de madera que, en algunas horas, se convertiría en uno de tus grabados. De ese momento, que se repitió inumerables veces a través de tu vida, nacieron tus calacas, esas imágenes que nos describieron de manera perturbadoramente jocosa los ires y venires del ocaso del siglo XIX y los principios del XX.
Por que tú, Lupito, aunque moriste en la miseria, debes de saber que eres uno de los Grandes, que tus grabados son de las obras plásticas más importantes de nuestra cultura, y que láminas tuyas como La Catrina o El Quijote son algo así como emblemas no autorizados de la mexicanidad. Irónico, porque adivino que tú nunca te diste aires de grandeza. Seguro que tú te considerabas un artesano, concienzudo, meticuloso y no perdias tiempo en esos azotes que acostumbran los pintores o los escultores de estos tiempos. Tú no, Lupito, tu te asumiste como gente normal, del pueblo, y para ellos trabajabas. Sin embargo, tus rudas manos cantaban, y tu obra no se perdió gracias a que otro grande, llamado Diego Rivera, la redescubrió y se la mostró al mundo.
¿Que era lo que te hacía grabar a la muerte? Tal vez los tiempos en que viviste, en los cuales la flaca era reina y señora; tal vez un deseo oculto de morir, o tal vez, que tuviste el descaro de enamorarte de la huesuda. Sí, fue eso, y con el afán de conquistarla le imaginaste un mundo y se lo regalaste en tus grabados.
Afortunadamente, lo imaginaste diferente de los inframundos que apestan a azufre. Tu más alla es desmadroso, lleno de calaveras que coquetean y que liban pulque, que bailan y que van al fandango, que comen garnachas y lloran el hueso. Imaginaste la muerte casi como la vida, solo que mejor: un inmenso carnaval en donde las calacas no tenían que preocuparse de morir -pues ya estaban muertos-, sino de vivir la muerte.
También sé que no solo hiciste calacas. De tus manos también salían infiernos y diablos, criaturas y bestias. tú nos retrataste, con tus punzones, a esos otros monstruos, a los que se visten de personas: a los criminales de la Profesa, al asesino Chalequero, a la Bejarano, al Tigre de Santa Julia. Ilustraste demonios, sí, pero sabiamente los hiciste metáfora de la maldad humana. Nos enseñaste que tus infiernos no están bajo tierra, sino enterrados en nuestra alma.
Así también, mi lupe, fuiste cabal cronista de los inicios de la revolución que cambiaría el país. Tú, como los Casasola hicieron con la cámara, nos regalaste la memoria visual de aquellos tiempos tan convulsos y latentes. El profiriato, y la revuelta de 1910, no podrían interpretarse sin tu mirada sardónica, alegre y amarga a la vez.
¿Cuantas calacas cupieron en tus manos, Lupito? ¿Cuantas muertes tuviste que ver? ¿Cuantas noches pasaste evadiendo espectros para después, a manera de exorcismo, encerrárlos en tus placas? Suficientes, me imagino.
He de decirte que mi primer libro -el primero, primeritito-, fue una recopilación de tu obra. Tendría yo ocho años, y me maravilló tu mundo lleno de despojos. Tengo que confesarte que iluminé con crayolas tus láminas, impresas en riguroso blanco y negro. Espero no te enojes por ello, y además, a manera de desagravio, puedo decirte que llenaste mi mente de tus calaveras y tus diablos, de tus revolucionarios y soldaderas, de tus imágenes de crímenes y asesinatos.
Fuiste tú, mi estimado Lupe, el que causó este fandango de muertos que aún conservo en la cabeza.
Ojalá pudiera llevarte alguno de mis escritos -llenos de muertes y espectros, al igual que tu obra-, a tu tumba, pero sé que ésta no existe: Te tocó fosa común, te tocó ir a la tumba junto con muchas otras calacas anónimas, quienes seguramente te recibieron orgullosas y sonrientes.
Sé que quisieras descansar, pero no puedes. Los grandes no descansan. Irónicamente, fueron tus calacas las que te hicieron inmortal.
Gracias.
Omar Delgado
2006
P.S. Para quien quiera profundizar en la vida de José Guadalupe Posada, le adjuno una brevísima biografía de tan notable artista.
Texto tomado de:

Nombre del personaje: José Guadalupe Posada
Fecha de nacimiento: 2 de febrero de 1852
Fecha de fallecimiento: 20 de enero de 1913
Origen: Aguascalientes, México.
Actividad: dibujante, grabador
Época: Reforma- Porfiriato.

"La muerte, es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera".
J.G.Posada

Aguascalientes es la cuna del grabador mexicano José Guadalupe Posada, quien nació el 2 de febrero de 1852. En aquellos años, el país sufría las convulsiones de las luchas por el poder, producto de la guerra de Reforma, José Guadalupe se reveló pronto como un extraordinario dibujante, muchas veces contrario a las reglas de la pintura académica mexicana, vigente hasta los primeros años del siglo XX. Sin embargo, sus mejores habilidades estaban en el grabado y sobre todo, en una nueva técnica más burda y vigorosa: la litografía.
Sus primeros trabajos realizados en talleres e imprentas pequeñas, le brindan la posibilidad de desarrollar su destreza artística como dibujante, grabador y litógrafo; por esos tiempos, realizó algunas ilustraciones satíricas que aparecieron en la revista "El Jocote". En 1872 realizó litografías y grabados en madera que ilustraban cajetillas de cerillos, documentos y libros.Realizó ilustraciones y caricatura política en varias imprentas y algunos periódicos, como el "Argos", "La Patria", "El Ahuizote" y "El Hijo del Ahuizote", para quienes había un enemigo en común y de quien todos eran opositores: el gobierno del presidente Porfirio Díaz.
La muestra de la obra artística de Posada permite apreciar el gran ingenio y la creatividad plasmada en sus diferentes estilos; son de admirar las composiciones llenas de movimiento, la intención de las líneas del grabado, la fuerza con que confiere el gesto a los personajes y escenas que reproduce. El trazo era según el mensaje que deseaba transmitir; pudiendo ser difuminado, suave y armonioso, sobre todo en escenas cotidianas y anuncios, o bien, duro y grueso usando líneas encontradas, que transmiten la tensión del asunto violento y de la denuncia.Los personajes representados en sus pinturas y grabados se muestran mezquinos, cobardes, dignos o cómicos, según sea el caso. Es una experiencia adentrarse a las obras de Posada, ya que inevitablemente provocan la risa, la curiosidad, el horror y la indignación, ya que reproducen las características de una sociedad en crisis. Tomó como símbolos populares los animales ponzoñosos, culebras y serpientes, esqueletos, el fuego, el rayo, la sangre, en fin.
Las críticas imágenes, evidencia de la desigualdad e injusticia social existente en la sociedad porfiriana, cuestionaban su moralidad y su culto por la modernidad. Describió con originalidad el espíritu del pueblo mexicano desde los asuntos políticos, la vida cotidiana, su terror por el fin de siglo y por el fin del mundo, además de los desastres naturales, las creencias religiosas y la magia.
Por su estilo y temática empleados, José Guadalupe Posada, es considerado un artista "popular", proveniente del pueblo, que nutrió su obra del imaginario popular mexicano y a quien se dirigió como público.
Posada es un maestro del Arte Mexicano, a pesar de haber sido rechazado en su época por algunos artistas de la Academia.
Ilustró corridos, historias de crímenes y pasiones, de aparecidos y milagros. Retrató y caricaturizó a todo tipo de personajes: revolucionarios, políticos, fusilados, borrachos, peladitos, bandoleros, catrines, damas elegantes, charros, toreros y obreros. Además ilustró las famosas "calaveras" (versos con alusión a la muerte que se ilustraban con esqueletos vivos personificados) género que Posada desarrolló de manera extraordinaria. Revistió al esqueleto en la calavera: esencia de los pesares y alegrías del pueblo.
"La muerte, -decía Posada-, es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera".
Las calaveras de Posada son en la mayoría de los casos asociadas con el Día de los Muertos, ya que interpretó la vida y las actitudes sociales del pueblo mexicano, representados en sus grabados con calaveras vestidas de gala, calaveras en fiesta de barrios, en calles citadinas, en las casas de los ricos. Dibujó calaveras montadas a caballos, en bicicletas, con las que señalaba las lacras, la miseria y los errores políticos del país. Es el caso original de "La Catrina", grabado que representa una burla a la clase alta del Porfiriato.No cabe duda de que la obra de Posada influyó en artistas posteriores como José Clemente Orozco, Diego Rivera, Francisco Díaz de León, Leopoldo Méndez, entre otros. Por lo anterior es considerado precursor del movimiento nacionalista en las Artes Plásticas, su obra continúa presente en la cultura popular de México y del mundo.
Sus obras las conservan, entre otras instituciones, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Museo José Guadalupe Posada en Aguascalientes, además de colecciones particulares.

2 comentarios:

oski dijo...

Muy buena tu carta! Pegate una vuelta por mi blog que trata / homenajea al gran maestro! Saludos!

Anónimo dijo...

Sr. Omar Delgado:

Primeramente, espero que se encuentre bien de salud y en compañía de su familia. Le dejo este comentario para solicitar su permiso de publicar su carta dirigia al maestro Posada en nuestro proximo sitio web, dandole credito por ella, ya que me parecio una forma muy original de redactar la biografía. Somos estudiantes de la carrera de Comunicacion, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, en la UANL. Pensamos en contactarlo por mail, pero como no lo encontramos, espero que no le moleste que lo contactemos de esta manera.

Esperamos contar con su respuesta. Por su atención, gracias.

P. D. Le anexamos nuestros mails.
Andrea Mendoza
amp3190@hotmail.com
Fatima Cardona
f_cardonafcc@hotmail.com
Edgar Torres
e.t_0990@hotmail.com
Antonio Gutierrez
antoniogtzmdz@hotmail.com