viernes, julio 07, 2006

El sexenio del miedo


Permíteme, amable lector, comenzar esta disertación con una referencia aparentemente trivial.
Recuerdo que en los comics de Batman hay un adversario del murciélago conocido como Scarecrow, o Espantapájaros. Este personaje, ladrón y asesino, se llamaba originalmente Jonathan Crane, psiquiatra, experto en fobias patológicas, profesor de la Universidad Gótica. A pesar de ser un científico brillante, su apariencia física no dejaba de ser lastimera, pues era alto, desgarbado y de cabeza grande, lo cual lo hacía blanco de las burlas de colegas y alumnos por igual. Crane, para vengarse, crea por medios químicos un gas alucinógeno que tiene el efecto de evocar el peor miedo de quien lo inhala. Para usarlo, el gandalla profe inventa unos aspersores en forma de calabaza y se confecciona un traje a la medida para convertirse en uno de los psicóticos más crueles de Gotham City.
Si comento esto es por que tengo la impresión de que Crane dejó su carrera criminal y emigró a México. Aquí, se hizo asesor de medios y publicista político, y participó activamente en la campaña del Partido Acción Nacional, especialmente en la de su candidato a la presidencia, Felipe Calderón Hinojosa.
De las calabazas llenas de gas a la televisión llena de calabaza
Espantapájaros no necesitó más sus calabazas llenas de gas alucinógeno, pues tuvo a mano los medios masivos de comunicación. Con maestría perversa, creo los guiones de los anuncios de la campaña negra del PAN. La frase "Andres Manuel López Obrador es un peligro para México", fue una de sus más caras ocurrencias. Gracias a esa campaña. Felipe Calderón pudo remontar en su campaña por la presidencia y, aparentemente, ganarla por menos de trescientos mil votos.
¿Era cierto que Andres Manuel López Obrador era un peligro para México? Lo dudo... por lo menos, no más que cualquier candidato a la presidencia. Obrador es un político de izquierda, testarudo, tenaz, buen negociador, lider de masas. Su proyecto político se basa en tres ejes principales: la lucha contra la corrupción, el pago de impuestos y la creación de políticas sociales masivas hacia la población más desprotegida. Durante los pasados seis años, fue Jefe de Gobierno -alcalde- de la ciudad de México, siendo su gestión de las más sobresalientes de las últimas décadas. Durante su periódo de gobierno fue atacado de manera inmisericorde por el gobierno federal -en poder de Acción Nacional-, y los poderes de facto del país. Saltando todos los obstáculos -incluyendo el proceso de desafuero de 2005, uno de los oprobios más grandes de los que se tengan memoria, destinado a juzgarlo y encarcelarlo por una falta administrativa menor-, Andrés Manuel López Obrador llegó a ser candidato a la presidencia de la república en 2006.
Del lado de acción nacional se postuló a Felipe Calderón, político con experiencia mínima en una secretaría de estado, un organismo financiero -Banobras-, como diputado federal y dirigente partidista. (sus mas grandes logros fueron, en orden de importancia: la negociación del Fobaproa y el autoprestarse 3 millones de pesos de Banobras), El Candidato del PAN no tenía, aparentemente, ni los méritos ni la experiencia para competir con López Obrador, así que contrató los costosos servicios del oponente de Batman.
La elección del odio
La campaña de Acción Nacional fue destinada a un target muy específico: los sectores de clase media. Es decir, profesionistas no empleados por el gobierno, comerciantes, pequeños empresarios, y free lances. Gente trabajadora, sensata y bienintencionada en su mayoría -aunque, también hay que decirlo, es gente sin mucha formación o cultura política en la mayor parte de los casos-. También dicha campaña se dirigió más hacia el norte y el occidente de país, las zonas más industrializadas -y conservadoras-, de México. Sabiendo que poco podrían hacer en el centro y sur del país, donde López Obrador tiene una aceptación abrumadora, le apostaron a separar ideológicamente el norte del sur utilizando el miedo como vehículo. Se escuchó de todo: Se calificó al Pejelagarto de comunista, de irresponsable y violento; se le tachó descaradamente como peligroso para el País, se afirmó que su gestión provocaría una crisis financiera; incluso, se le inventaron vínculos con Hugo Chavez, presidente de Venezuela, y con Fidel Castro, Presidente de Cuba. Pronto, el miedo se difundió, y muchos de los electores decidieron votar no por Calderón, sino contra López Obrador. La campaña fue siniestramente efectiva, pues utilizó y excacerbó dos vicios muy marcados del mexicano: el clasismo de las clases medias urbanas (O sea... ¿Yo votar por ese naco de López? !Hellou¡) y el resentimiento que los habitantes del bajío y del norte le tienen a los mexicanos del centro (El consabido antichilanguismo: ¡Has patria, mata a un chilango!).
Esta intoxicación social llegó a su punto máximo el día de las elecciones, en las cuales, ambos candidatos quedaron con menos de un punto porcentual de diferencia, siendo la ventaja mínima para Felipe Calderón.
El panista, aparentemente, ganó en una elección muy competida y polémica que está siendo impugnada por el candidato izquierdista. Al parecer, hay suficientes irregularidades como para pedir un conteo de votos, uno a uno, y aún, de declarar nula la elección. Lo cierto es que, independientemente de quien sea el próximo presidente de la república, éste se encontrará una sociedad enrarecida y dislocada. Ahora el México del norte le teme al del sur mientras que el sur siente que el norte le robó la elección, y todo, por la irresponsabilidad de Acción Nacional, de Felipe Calderón y de los sectores que los apoyaron.
"El miedo lleva al odio, y el odio lleva al sufrimiento"
Yo, como millones de ciudadanos, le dí mi voto a Andrés Manuel López Obrador. Durante este proceso, y más allá de él, he visto con preocupación cómo la sociedad se polariza. Un -anteriormente-, muy apreciado tío que vive en Tabasco me acusó de enajenado, puñal y huevón, por apoyar al Peje: "¡Es por mis hijos!", me gritó cual comadre histérica. Una hermosa amiga de Jalisco no para de decir, a quien la escuche, que "Ustedes los del D.F. quieren todo regalado, por eso votaron por López". Un ex compañero de la universidad, durante un debate por e-mail, me tildó de "huevón, acarreado y pendejo que busca un mesías".
Así por todo el país, amigos, parejas, familias fueron confrontadas. Todo por una campaña llena de mentiras y medias verdades. Así es como está mi querido México, como dos países, uno panista, otro perredista. Ahora el "Peligro para México", no es sólo el candidato de la izquierda, sino también, y por contágio, todos sus seguidores. Los habitantes del primero piensan que los sureños no son sino huevones mantenidos, analfabetos y trogloditas; los segundos piensan de los norteños que son mochos, pro-gringos, vendepatrias y enajenados. Ninguno tiene razón, por que en esas afirmaciones no hay razón alguna.
Lo peor es que los escenarios más extremos no son inverosímiles dada la situación de la sociedad. Si no hay claridad en las elecciónes y se impone así como así a Calderón Hinojosa, los votantes de López Obrador se sentirán vejados y engañados, y muchos de ellos organizarán la revuelta civil. -en las zonas conurbadas de la ciudad de México se habla fuertemente de esa opción-. Los mexicanos de la zona panista, en dado caso de que un conteo nuevo le de la victoria a López Obrador, probablemente buscarán la secesión del país -azuzados por vivales políticos y empresarios que sacarán, como siempre, provecho de la situación-. Ninguno de estos escenarios es deseable, pero los dos son posibles.
Es necesario el conteo voto a voto (Esto lo escribo el 11 de julio de 2006, antes de la resolución del Tribunal Federal Electoral). Es necesario para que el próximo presidente sea legítimo sin lugar a dudas. Es indispensable una "operación cicatriz", que calme los ánimos de la gente, y es necesario que el futuro gobierno analice muy bien su papel y su proyecto de país y que incorpore puntos del otro candidato y del otro proyecto de nación. Es mandatorio que los partidos, todos, así como los gobiernos, se den cuenta de lo peligroso que es polarizar a una sociedad, y es indispensable que jamás se vuelva a utilizar el miedo como argumento para denostar o vencer a un adversario. Lo malo es que el PAN y su candidato, Calderón Hinojosa, ya probaron la efectividad de este instrumento, y si llegan al poder sin contrapesos, es muy seguro que lo seguiran utilizando contra sus enemigos políticos.
Es necesario, por encima de todo, extirpar el miedo en el país.
De no ser así, el próximo presidente de México se llamará Jonathan Crane.
Omar Delgado
2006

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Lobo, esperaba tu comentario sobre el clima postelectoral. En efecto, el miedo es un arma, precisamente el miedo al comunismo y al anarquismo en la Alemania de los veintes fue utilizado por Hitler para llegar al poder. El miedo a los comunistas, anarquistas y socialistas españoles tomaran el poder en España ayudó enormemente a que la dictadura de Franco sojuzgara a España por casi cuarenta años. El poder del miedo es, podemos casi afirmar, uno de los medios preferidos por la derecha para imponer sus políticas y sus fines. Sin embargo, creo que habría que examinar dos asertos que haces:

Uno, que la campaña de medios de la derecha se dirigió hacia la clase media mexicana. ¿Cuál de todas las clases medias? La clase media alta no es la misma que la media baja. Me parece, en sentido específico, que fue dirigida hacia las clases media baja y baja, esas que componen la mayoría de la población y que por su pobre educación y pobres posibilidades culturales y de obtención de fuentes de información alternas (periódicos, internet, TV de paga, revistas) fueron embebidas en los mensajes de odio esparcidos por los medios masivos electrónicos. Esa lectura hago de la inmensa cantidad de recursos destinados a anuncios y entrevistas en TV abierta y radio, espacios que consumen las clases bajas y medias bajas.

Dos, dices:"Así es como está mi querido México, como dos países, uno panista, otro perredista."
Discrepo. Sin nos atenemos a la cantidad de mexicanos que votaron y a los que NO lo hicieron, encontramos que hay 41.45% de ciudadanos que no votamos, frente a +-21% que lo hicieron por el PAN y +- 21% que lo hicieron por el PRD. Es decir, ambos contendientes juntos suman casi lo mismo que la cantidad de ciudadanos que nos abstuvimos, y que somos la mayoría (afortunadamente, pues eso indica que la propaganda del miedo no es eficaz). Es verdad, el país se halla dividido pero no en dos países, sino en TRES, y si comenzara una escalada de agresión y desestabilización la mayoría que no creemos en los partidos podríamos hacer algo para pararlo.

Anónimo dijo...

el pais se divide en tres:los panistas, los simpatizantes del PJ(Que no todos perredistas) y los hijos de la chingada obtusos, apáticos que podían haber definido la elección con resultados menos encabronantes, como el pendejo este que te escribio muy orgullosos de no haber votado, pero si me cae que debería ser como en uruguay donde si no votas te multan o te sancionan, a ver si quita su tonito de "que inteligente soy, yo no voté" chingada madre.......
Toy encabronada
GATIS

Anónimo dijo...

ANONIMO.

LEO LO QUE ESCRIBES Y UNA VEZ MAS NO DEJO DE PREGUNTARME COMO PUEDE OCURRIR ESTO EN UN PAIS TAN HERMOSO COMO LO ES MEXICO? TANTA MENTIRA TANTA CORRUPCION, BURLA Y ENGAÑO PARA EL PUEBLO, Y AHORA QUISIERA SABER SI ALGUNO DE AQUELLOS ILUSOS QUE VOTO POR CALDERON AUN SIGUE PENSANDO QUE HIZO LO CORRECTO?
Y YO LE DIRIA QUE NO, QUE MIRE EL MEXICO QUE TENEMOS AHORA, CADA DIA MAS CERCA DEL HOYO, Y QUE EL UNICO Y VERDADREO PELIGRO PARA MEXICO ES EL ACTUAL PRESIDENTE, QUE NO ES MAS QUE UN MENTIROSO Y CORRUPTO, QUE PARA NADA SE HA PREOCUPADO NI POR LOS QUE VOTARON POR EL, Y YO INVITO A TODOS PARA QUE ESTAS PROXIMAS ELECCIONES, PIENSEN MAS Y HAGAN ALGO POR MEXICO, POR QUE SI TODOS LO HACEMOS PODEMOS RESCATAR ALGO DE LO POCO QUE AHN DEJADO LOS MALOS GOBERNANTES QUE NUNCA DEBIERON ACUPAR ESOS CARGOS.