sábado, abril 23, 2005

Cuando la historia se nos viene encima

... ni para donde correr. Solo resta esconderse.

Tal vez estos días que he dejado de dar fé de lo que veo me han servido para meditar todo lo que está pasando. Creo que este periódo de alrededor de veinte días dará mucho que decir en los años venideros.

Feliz cumpleaños... pero qué pinches regalitos...

El día 7 de abril de 2004 llegué a la tercera década de mi vida. Dejé de ser un jovenzuelo en sus veintes para convertirme en un respetable caballero en sus treintas, responsable y de buena y recta vida (Sí, chucha). Lo cierto es que ni lo pude celebrar bien: ese día 360 pezuñitas de puerco se levantaron en la cámara de diputados en San Lázaro, en la ciudad de México, con un solo propósito: desaforar, enjuiciar y encarcelar a Andres Manuel López Obrador, Jefe de gobierno (alcalde, le dirían en otros lados), de la ciudad de México.

¿Qué singnifica esto? Significa que a la segunda ciudad más grande del mundo le han quitado a su gobernante para juzgarlo por un delito.

¿Pero cual delito? Se preguntaría algún despistado que anduviera por aquí. (Me lo imagino como un internauta de otro país) ¿Está vinculado con el tráfico de drogas? ¿Mandó asesinar a álguien? ¿Traficó con los riñones de indefensos niños para su beneficio? ¿Se orinó desde la cúpula de San Pedro, bañando con su agüita amarilla a los dolientes de Juan Pablo II?

No, (Le respondería yo) su espantoso delito fue: que se tardó un poco en quitar unas barricadas que llevaban a un terreno particular. Barricadas que habían sido puestas ahí por la construcción de una calle que llevaría a un hospital.

!!Ah, cabrón¡¡, se preguntaría el internauta. ¿Y solo por eso lo destituyeron? Entonces !!Que sistema tan justo tienen¡¡ Me imagino como les irá a los políticos que hacen peores tropelías.

(Y yo, en este momento, no se si reirme o echarme a llorar)

Y, después de meditarlo un poco,yo le tendría que responder al despistado: No. Lo que pasa es que ese fue solo el pretexto. Lo cierto es que López Obrador es el político más popular de México, y tiene posibilidades de ganar las elecciónes presidenciales del 2006. Si lo consignan por algún delito no puede ser candidato presidencial. El delito de López Obrador, si existió, aún no ha sido probado, y si fuera cierto, palidece ante los otros delitos de la clase política que permanecen impunes.

Entonces... (Me preguntaría el internauta, ya metido de lleno en el surrealismo mexicano) ¿Lo quitaron de su puesto por un delito aúin no probado, y para acabarla de amolar, MENOR? ¿ Lo hicieron por que no quieren que sea presidente de México? ¿Y para eso destituyeron a un gobernante de una ciudad que tiene más habitantes que varios paises de Europa?

Y yo le contestaría: así es, en efecto.

Entonces, el Internauta ya encolerizado, me contestaría: ¿Pues sabes qué? Por menos de eso se han destituido presidentes, se han hecho revoluciones. ¿Qué esperan ustedes, mexicanos, para defender a su país?

Yo me quedaría pensando, midiendo muy bien mis palabras, para despúés solo decirle: Pues sí, pero no queremos una guerra. Todo lo que haremos para defender a nuestro país, a nuestra ciudad, lo haremos por medio de la resistencia pacífica. Es la manera de probar que somos mejores que nuestros adversarios... Te aseguro, amigo internauta, que lo haremos con alegría, con valor, con entereza, y sobre todo con una palabrita que se volvió estandarte de esta nuestra ciudad tan querida: Esperanza.

Y el internauta me diría solamente, antes de desconectarse: suerte.

Yo yo le contestaría: gracias, la vamos a necesitar.

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