lunes, septiembre 24, 2007

La familia bonita: Fred y Rosemary West

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Fred y Rosemary justo después de conocerse

Pocos conceptos hay tan alabados y santificados como La Familia. El lugar común dice que es la base de la sociedad, que todos los bienes posibles se desprenden de ella y que todos los males esperan a cualquiera que se le aleje. En las sociedades latinoamericanas, nos vanagloriamos de que nuestros lazos familiares son más fuertes que en el mundo anglosajón, que gracias a ellos somos más morales que los europeos y norteamericanos en general. De hecho, más de uno ha aventurado que gracias a ello los asesinos seriales, la supuesta "depravación de costumbres", el libertinaje sexual y demás horrores son mucho menos frecuentes en nuestros países. Sí, cómo no. Las mafias sicilianas, los carteles de droga latinoamericanos y los Yacuzas japoneses, entre otros, serían impensables sin un alto sentido de lealtad familiar; nuestro sistema de corrupciones, compadrazgos y amiguizmos tiene como orígen precisamente la creencia de que es más importante el lazo hacia los cercanos que hacia el grupo en general (Mis hermanos, primos, compadres y cuates antes que el país). Efectivamente, la familia, cuando mantiene relaciones sanas entre sus miembros y hacia el resto de la sociedad es una fuerza generadora de bienestar. Cuando no, puede llegar a ser una calamidad.



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Fred y Rosemary poco antes de ser detenidos

La adorable familia West, cuyas cabezas fueron Rosemary y Frederik, son un ejemplo claro de lo siniestra que puede ser una relación familiar.
Fue en 1968 cuando la joven Rose Letts conoce a Fred West en una parada de autobús en Glasgow, Inglaterra, e inmediatamente quedó prendida del varonil individuo. Jamás le importó la diferencia de edades (Ella era una adolescente mientras que él pasaba al treintena), ni que el fuera ya casado y tuviera dos hijas. Para ese entonces el simpático Fred ya era todo un delincuente que acostumbraba hacer pequeños robos y chapuzas para vivir y que, además, ya había matado y enterrado a Anna McFall (adolescente que, por cierto, esperaba un hijo de él). Por otro lado, la señorita Letts había tenido una infancia dificil en la cual sufrió abuso sexual por parte de su padre. A sus 16 años, Rose poseía un inusual apetito sexual, tenía un temperamento explosivo y efectuaba pequeñas rapiñas. En cuanto se vieron, Fred y Rosemary no podían sino atraerse.


Dos de sus primeras víctimas juntos fueron Charmine West y Rena Costello, hija y esposa de Fred West, respectivamente. A la primera, aún niña, Rosemary la mató mientras Fred estaba en prisión. A Rena, quien también era madre de Charmine, ambos la eliminaron por que hacía demasiadas preguntas. Ambos cuerpos fueron desmembrados por los West y enterrados en estrechas fosas por Fred. A Rena le tocó descansar en un bosque cercano; a Charmine, le hicieron un lugar en las cercanias de la casa familiar.



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Charmine West (izquerda), Heather West (centro) y Anne Marie West(Derecha). Las dos primeras asesinadas por Fred y Mary . Anne Marie sobrevivió y actualmente goza de una nueva identidad
En 1972, los tórtolos contraen matrimonio y se mudan a la casa ubicada en el 25 de Cromwell Street. Para ese entonces ya tenían dos niñas: Heather y Mae. Fred era un hombre comprensivo y abierto, y decidió que Rose debía dedicarse a la prostitución por puro hobbie, mientras que el trabajaba como obrero y se allegaba un dinero extra rentando los cuartos que sobraban en su casa. Además, el buen esposo, obsesionado por la legendaria potencia sexual de los negros, se esmeró en encontrarle amantes jamaiquinos a su esposa sólo para tener el placer de verlos y escucharlos en pleno brinco. Tanto se esmeró que, de los ocho hijos que tuvieron como pareja, por lo menos dos eran producto de sus aventuras con antillanos (cuestión de la cual Fred estaba más que orgulloso). La casa pronto se llenó de los amantes de Rose, inquilinos de los West y buscavidas de los alrededores. El 25 de Cromwell se había convertido en un lugar para pasar un rato agradable entre las piernas de la señora de la casa.



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Rosemary West ofreciendo sus servicios sexuales en una revista

Sin embargo, los West no se conformaron con esos juegos sexuales, los cuales pronto consideraron pueriles. A ellos lo que les gustaba era el placer de martirizar a otros. Primero fue a sus hijas, a quienes ambos iniciaron en lo que ellos llamaban una vida sexual sana; luego, a las chicas que por alguna razón llegaban a su casa, desde las inquilinas hasta las niñeras. Pronto los West se hicieron de una buena cantidad de juguetes sexuales, de entre los que destacaban consoladores de gran tamaño, cadenas y correas para jugar con sus visitas. Prácticos, cuando alguna de las amantes que ambos tenían no estaba de acuerdo en participar en sus juegos, la asesinaban y la enterraban en el patio. Fred acondicionó un cuarto de la casa como salita de "juegos", en el cual, gracias a un aislante contra ruido, podían permitirse realizar sus rutinas sexuales. Las primeras que tuvieron el honor de estrenar dicha habitación fueron sus propias hijas.


Fred y Rosemary nunca supieron mucho de límites, ambos tenían unos gustos eróticos peculiares que se fueron haciendo más sanguinarios conforme pasaban los años. Los cadáveres se fueron juntando bajo su patio de 1975 hasta 1994, año en que son descubiertos y encarcelados. En el momento de su arresto, los West habían asesinado a 9 jóvenes de entre quince y veinticinco años, siguiendo exactamente el mismo ritual: la chica era secuestrada (aunque en algunos casos excepcionales, llegaba por su propio pie al nidito de amor de los West), atada, violada tanto por Fred como por Rosemary, estrangulada, desmembrada y enterrada en el patio. La pareja alternaba sus diversones con el negocio de prostitución de Rose, el abuso sistemático a sus hijas Anne Marie y Heather, el incesto con el padre de Rose (que Fred consentía) y sus fiestas de chocolate.

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Frederick West
Paradójicamente, cuando Rose entraba en acción, ya sea con algún cliente o con alguna víctima, Fred prefería observar. Desde joven tuvo problemas de eyaculación precoz, por lo que se deleitaba fotografiando y filmando a su mujercita en plena acción. Quiza por esa razón el señor West tenía una fijación fetichista por las herramientas: no podía tener relaciones si en la habitación ho había un martillo o un desarmador. Por supuesto, cuando ocurria que alguna de sus compañeras sexuales involuntarias tenía que morir, el era quien les rompía el cuello, las despedazaba y las desaparecía. Todo un caballero el señor West.


Los juegos de los señores West llegaron a su fin el 24 de febrero de 1994 la policía de la localidad descubre los huesos de Heather enterrados en el patio del 25 de Cromwell. La agente Hazel Savage tenía indicios de las actividades de Fred y Rosemary por lo menos desde siete años antes (más o menos en las épocas de la desaparición de Heather), e inició una investigación que finalmente culminó en la exhumación de los huesos de la mayor de los hijos de los West. En la fosa se encontraron tres fémures, por lo que las pesquizas se extendieron a todos los rincones de la vivienda, donde finalmente encontraron siete esqueletos más. Fred West es arrestado, y durante los interrogatorios cuenta detalladamente el asesinato y desmembramiento de su hija para, al otro día, desmentirlo todo. Luego de que se concluyen las exhumaciones, Fred es procesado por doce asesinatos, incluyendo los de Rena y Charmine. La defensa de los West trata de desvincular a Rosemary de los crímenes de su marido alegando que ella no sabía nada de ellos. Los esfuerzos fueron infructosos, pues las pruebas indicaron que la señora participó en varios de los homicidios. Los West fueron condenados a varias cadenas perpétuas. Frederick West no quiso esperar mucho. Durante su estancia en prisión, atesora pacientemente jirones de tela para con ellas, tejer la cuerda con la que finalmente se ahorca el 1º de enero de 1995.
Es probable que el caso de Fred y Rosemary West sea uno de los más pulidos y espeluznantes ejemplos de lo que la asociación de dos antisociales puede ocasionar. Tanto Fred como Rosemary como individuos eran disfuncionales: delincuentes juveniles con antecedentes de maltrato infantil y de abuso sexual (en el caso de Rose), y de homicidio en el caso de Fred. Además, los hermanaba el hecho de que los dos, aparentemente, habían sido inciados sexualmente por sus padres (Rose fue amante involuntaria de su padre desde los 12 años y se cree que a Fred su dominante madre lo inició en los ritos sexuales). Tal vez por separado, los West no hubieran sido tan dañinos. Sin embargo, juntos, configuraron una mortífera personalidad unitaria. Los West actuaban como tandem; se apoyaban y alentaban entre sí hasta las últimas consecuencias. Para ellos no había nada prohibido: desde violar juntos a sus hijas (cuestión que ellos consideraban un privilegio, pues eran los padres quienes debían de educar a sus hijos en la cuestión del sexo), hasta la tortura y muerte de sus amigas de juego. Cuando son detenidos en 1994, Rosemary trata de suicidarse con una dosis de medicamentos. Fred se quita la vida a los pocos meses de ser separado de Rose. Las cartas que se escribieron son prueba de su vínculo, un amor tan fuerte como patológico.


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Rosemary (West) Letts

Toda la odisea de los West se consigna puntualmente en el libro Felices como asesinos, de Gordon Burn, editado por Anagrama. Algunos datos extras de tan linda pareja se pueden consultar aquí.
Omar Delgado
2007

15 comentarios:

Carmen dijo...

Muy nteresante tu entrada, no conocía la historia de esta familia tan enferma.

Anónimo dijo...

A basuras como esos dos cobardes enfermos, habría que sacarles la información primero, como se hizo en su momento, por las buenas. Y luego torturalos, públicamente (o no), hasta producirles un paro cardíaco. O utilizarlos en vida para estudios extremos. O hacerlos trabajar hasta que mueran por los efectos colaterales del cansancio.

Anónimo dijo...

A mi me gusta todo tipo de temas de asesinos seriales, esta historia es una de mis fascinaciones y no es que les aplauda pero como ya les dije me gusta investigar del tema, no consegui fotos solo del lugar y se que la casa fue demolida pues mucha gente buscaba un pedazo de la casa del terror....

Carlo dijo...

Vaya manera de redactarlo... Irónicamente repulsivos algunos detalles.

Hay algo de fascinante en mentes como esas, pero no me atrevo a investigar qué es.

Saludos.

Anónimo dijo...

La verdad es que yo creo que es impresionante que haya gente como está, siempre me han interesado peliculas de asesinos y cosas asi porque soy abogado, pero ya ver que esto pasa y peor que en las peliculas, es demasiado, y lo peor es que la forma en la que manejan las autoridades el caso, porque si le hubieran hecho caso a la mujer policia la niña se hubiese salvado, y para rematar creo que deberia de haber pena de muerte para esa gente!!!

Anónimo dijo...

y digo yo,¿alguien pagaba por follarse a la rosemary esta con lo fea que era?

Anónimo dijo...

NO entiendo cm puede aver gente tan enferma. eso es algo imperdonable pobres hijas.

Anónimo dijo...

Yo kreo ke ese par devieron ser asesinados en la silla electrica

Anónimo dijo...

Mmmm.... Ultimamente me he interesado por los caso de asesinos famosos/seriales, no se por que. Pero, considero que ee tipo de personas, aunque me crean loca, merece tambien el perdon de Dios. Les explico por que: lamentablemente, ni Rosemary ni Fred West tuvieron una buena infancia ni una buena familia en su educacion. Debido a esto, obviamente le quedaron secuelas que iniciaron su comportamiento sádico y sanguinario. Pero como dice la Biblia, todos merecemos una segunda oportunidad, aunque la mayoria de la gente no lo crea asi. Seguramente, el Señor siempre estuvo esperando que ellos dos se arrepintieran por todo lo que hicieron. Porque El siempre esta esperando nuestra reivindicacion. Espero que hayan sido perdonados y ahora esten en paz, asi como todas sus victimas. :T

hugo correa gonzalez dijo...

por este caso paul banks de interpol escribio su cancion "evil" muy buena y su letra uuf me da escalofrios ahora q se su por que :s

Anónimo dijo...

el sexo sucio los enloquecio,el sadismo de esta pareja no tiene nombre ni limite,incesto,sadomasoquismo,lesvianismo,perversion,se merecen todos los meritos para ser los hijos de satanas,investigare que paso con la hija,heather west,despues de haber vivido en carne propia el terror de este par de enfermos.

Anónimo dijo...

me parece absurdo que alguien justifique con el trillado hecho del abuso infantil, lastimosamente estos abusos pasan mas de lo que pensamos y gracias a Dios no hay millones de asesinos sadicos. ellos eran perversos y no creo que se hayan arrepentido ojala que si existe el infierno esten ardiendo en el y nunca tengan paz.

Anónimo dijo...

La mente humana es un enigma, la maldad existe en todos los niveles del mundo. Es lamentable la perdida de personas inocentes, pero es mas lamentable aun no hacer nada para evitar el crecimiento de estos actos. Las vivencias desafortunadas de estos dos miserables no les da derecho a matar, muchos son los que sufren y no por eso matan. A gente como esta se les debe hacer lo mismo que ellos hacen.

Anónimo dijo...

y entonces tu te conviertes en el nuevo enfermo, por creer que les puedes hacer lo mismo solo porque tu crees no estar enfermo.

Anónimo dijo...

Si gustan estas historias, la explicacion es simple, el ser humano es un ser repulsivo, su adn esta sincronizado con el dolor, somos bestias evolucionadas, en el fondo qu se extinga la raza humana seria un alivio somos repulsivos