lunes, julio 16, 2007

Rata de cocina: Rattatouille

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Definitivo: los actores de Hollywood necesitan digitalizarse.
Es probable que, por ejemplo, Johnny Deep, esté pensando seriamente en mandar hacer su doble virtual con los locos de Pixiar, o con los orates de Dreamworks sólo para tener el gusto de salir, de nueva cuenta, en una película inteligente A pesar de la probada capacidad del Juanito Profundo, algunas de las últimas producciones en las que ha participado sólo pueden ser calificadas de churros. Muy especialmente, Piratas del Caribe. El fin del mundo (2007) en donde ni el carisma y buen trabajo del actor pudieron evitar que la producción naufragara en el mar de los bodrios.

Los mejores blockbuster de esta temporada han sido de animación. Es probable que los estudios que han producido películas como la mencionada Piratas... , Spiderman III o Los cuatro fantásticos y Silver surfer hayan gastado demasiado en efectos especiales y demasiado poco en contratar guionistas competentes. El resultado de esto está a la vista: filmes preciosistas, de imágenes deliciosas, pero con una historia que se cae al primer ventarrón de lógica.

Por el contrario, películas como Shrek III o Rattatouille, al no depender de los actores, deben de contar con una historia sólida y con personajes bien dibujados. En ese sentido, las aventuras de la rata chef puede ser catalogada como la mejor del verano, por encima incluso de las andanzas del ogro neurótico.

La historia es sencilla, como corresponde a una película para niños, más no por eso pueril ni estúpida. Remy es una rata de alcantarilla con unos sentidos muy desarrollados. El roedor admira en secreto al conocido chef Gusteau, quien muere después de una crítica adversa a su restaurant. Al enterarse de la tragedia, y siguiendo las enseñanzas del chef (Cualquiera puede cocinar) Remy decide convertirse en cocinero de alta escuela. Un accidente ocasiona que llegue a la mismísima ciudad Luz y se vuelva huesped del changarro de su ídolo, en donde con la ayuda de un lavaplatos de nombre Linguini, inicia su carrera de artesano de la comida. Ya como cocinero clanestino, Remy se las tendrá que ver con el ambicioso Skinner, heredero de Gusteau, quien pretende convertir el restaurant del fallecido en una franquícia de comida rápida. El oficio de la rata azul será de tal calidad que seducirá incluso al insufrible y lapidario crítico de comida Gastón Ego, causante indirecto de la muerte de Gusteau.
El enorme mérito de la cinta (que no el único), radica en la construcción de los personajes: los protagónicos Remy y Linguini, así como Gastón Ego son coherentes y presentan matices de caracter. De todos los personajes tal vez el más plano en ese sentido sea el chaparro del chef Skinner, remedo de Felipe Calderón y torturador de Linguini, quien es un malo muy plano, pero que sirve para la progresión dramática de la cinta. Los demás personajes, tanto los cocineros como las ratas familiares de Remy, están perfectamente delineados a pesar de su relativamente corta aparición.
Finalmente, la fábula de Rattatouille, del director Brad Bird, trata de los diferentes, de aquellos que, sin nacer con las condiciones adecuadas, tienen el talento y la voluntad suficientes para alcanzar sus sueños (frase cliché, pero adecuada en este caso). Bird nos enseña, sin las gandilociencias ni las melcochas hollywoodenses, que hasta una rata de alcantarilla tiene el derecho a ser más.
Omar Delgado
2007

Ahí va el trailer:

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