Les comparto el texto con el que me presenté allá:
Disaki. Así le llaman los rarámuris a un cierto tipo de pájaro cuyas plumas están hechas del viento de la noche y que asiste a los hechiceros acarreando sus maleficios o llevándoles el espíritu de los embrujados. Para la gente de la sierra, esta ave es tan real como el oso o el lobo, y quizá más peligrosa, pues a diferencia de estos, que se ceban sólo con la carne, el maléfico aéreo se alimenta de jirones de alma.
Así son también las palabras que usa el escritor: aves invisibles que se sueltan sobre el lector para robarle trozos de aliento. El narrador, el auténtico, también es un hechicero que sabe lidiar con las potencias de la noche y aprisionarlas en la hoja en blanco.
Por lo tanto, querida lectora, apreciado lector, te invito a dejarte arrullar por el canto del disaki.
Omar Delgado
2008
4 comentarios:
¿Qué pasó Omar, estás participando en Caza de letras, con tu novela?
Habrá que tener el estómago bien puesto y aguantar.
un abrazo fraterno
Le admiro como no tiene usted idea, lo único que puedo decir es GRACIAS por haberme adentrado en el mundo del Disaki... Liv
se le extraña en la caza hace falta el disaki y sus afilados y bien cimentados comentarios...Regresaaaaa!!!!!
Que conste que nosotros sí votamos por tí mi Lobito, hasta mis papás lo hicieron.
Besos chilangos
Publicar un comentario