sábado, enero 14, 2006

Enmurallados y ofendidos.


Hace cosa de un mes (Diciembre de 2006), Estados Unidos anunció la construcción de un muro a lo largo de su frontera con México.
Obviamente, esto trajo consigo un alud de protestas, críticas, rasgamientos de vestiduras y demás.
Ayer, 7 de enero de 2006, el embajador del imperio en México, Tony Garza, regaño a dichos llorones. Les pidió no comparar el muro de la frontera con el muro de Berlín. (No lo dijo, pero al parecer, al que siga quejándose se le bombardeará su casa, se le secuestrará y se mandará a Guantánamo con su toalla y su Corán).

Efectivamente, no hay comparación.
No es igual el muro de Berlín, símbolo del horror comunista, al muro de la frontera, símbolo del explendor capitalista y expresión máxima de sus ideales de libertad y democracia.
Así mismo, y adelantándonos a las críticas de los lamentantes de siempre, quiero hacer las siguentes aclaraciones a nombre del Virrey Gárza (¡Salve!):

1) No comparar el muro de la frontera, simbolo máximo de la democracia americana, con el muro de Gaza y Cisjordania, ni con la muralla China, ni con el infamante muro que constuyen en Corea con el fin de partir la península en dos. Estos últimos son expresion del miedo y el odio que puede llegar a tener un pueblo por otro, en cambio, the American Wall (llámese así desde este momento al muro), es expresión del amor que tienen los estadounidenses hacia el mundo.
2) Nunca tratar de hallar similudes -pues no las hay-, entre los heróicos miembros de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos con los brutales centinelas que cuidaban el muro de Berlín. Los oficiales de la mal llamada migra son valientes, íntegros, y cuando aparentemente matan por la espalda a un ilegal, no es por cobardes, sino por que el beaner, que además muy probablemente es pollero, se volteá al momento del disparo solo para que el pobre policía quede mal. En cambio los segundos no eran sino fanáticos nacionalistas comunistas dispuestos a matar a un hombre por la espalda, solo porque huía hacia la democracia.
3) Existen también perniciosos que se atreven a hacer alusión a la batalla de Faluya (En Irak) con el bombardeo de Guernica en España o la destrucción de Lídice, en la antigua Checoslovaquia. Sépanse que la primera no es sino una de las batallas que se libraron por la libertad y contra el terror. Las otras dos no son sino crímenes contra la humanidad perpetrados por los Nazis. !Punto¡
3bis) Y ni mencionen Hiróshima y Nagazaki. Gracias a esos actos de valentía, acabó la segunda guerra mundial.

4) De igual manera, jamás de los jamáses se debe comparar a Guantánamo con Auschwitz. La primera es una cárcel militar en donde se lucha conntra el terrorismo. Ahí, valientes soldados de los Estados Unidos se arriesgan a interrogar a peligrosos terroristas con el fin de salvar millares -qué digo millares !!millones¡¡- de vidas. La segunda fue un infamante campo de concentráción de la Alemania Nazi, donde se torturaba y exterminaba a inocentes.
5) También es mañoso el acercamiento que hacen ciertos intelectuales -castristas- chavistas- evistas, casi todos, y seguramente compadres de Osama Bin Laden-, de la Cárcel de Abu Ghraib con el GULAG soviético. !Nada más tramposo¡ En la primera el gobierno legítimo y generoso de los Estados Unidos contiene a los terroristas que impiden la democratizacíón de Irak con jóvenes héroes que muy de vez en cuando se extralimitan de sus funciones (por entusiasmo, no por curledad). En cambio, el segundo no fue sino una siniestra carcel- campo de concentración utilizada por el demoniáco imperio Soviético para apresar y torturar a luchadores de la libertad y disidentes del comunismo.
Cómo pueden ver, hay diferencias. The American Wall no es como el muro de Berlín. Es simplemente un excelente negocio para las empresas relacionadas con el Vicepresidente Dick Cheney. (Halliburton rules!), o qué ¿América no es la patria de la Freedom and good buisnes?
Homar Delgadou
2006

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