martes, junio 21, 2005

La odisea for dummies

LA ODISEA

“La Odisea”, obra atribuida a Homero, puede tomarse como la continuación de lo narrado en “La Iliada”. En ella se narra el viaje que tuvo que emprender Odiseo, Rey de Itaca y caudillo de las guerras Troyanas, para regresar a su hogar.
En esta nueva historia, el eje conductor son las andanzas de Odiseo y de todos los personajes –hombres, dioses y semidioses- que intervienen de alguna manera en el viaje de Ulises.

La obra se divide en tres partes:

a) Telemaquia.
b) El exilio de Odiseo
c) La Toma de Itaca.

TELEMAQUIA (CANTOS DEL I AL IV)

En esta parte se ve la situación de Itaca veinte años después de la guerra de Troya: Todos creen que Ulises está muerto. El palacio de Odiseo ha sido tomado por los pretendientes de la reina Penélope quienes se gastan la hacienda del caudillo en espera de que la reina escoja a alguno de ellos para casarse con él y erigirse en nuevo rey. Telemaco, el hijo de Ulises y Penélope, poco puede hacer para impedirlo, así que, guiado por la diosa Atenea, parte hacia los reinos amigos en busca de noticias de su padre. Llega primero a Pilos, patria del viejo Néstor, quien le refiere la muerte de Agamenon a manos de su propia esposa. Luego va a Esparta, en donde el rey Melenao y la reina Helena lo hospedan junto con el hijo de Néstor. Melenao le relata que, durante su regreso, el dios Proteo le reveló que Odiseo era cautivo de Calipso, una ninfa marina.
Mientras, en Itaca, los pretendientes se dan cuenta de la ausencia de Telemaco y le tienden una emboscada para matarlo.

EL EXILIO DE ODISEO (CANTOS V AL XII)

Zeus, a petición de Atenea, manda a Hermes a hablar con Calipso para que libere a Odiseo. La ninfa acepta de mala gana, pues está enamorada del caudillo. Odiseo zarpa de la isla, y después de días de navegación, Poseidón lo ve y, furioso, le manda una tormenta que casi lo hace zozobrar.
Ayudado por Ino, ninfa del mar, Odiseo llega a Esquería, donde lo encuentra la princesa del país, Nausicaa;Esta le da comida y ropa y le da indicaciones de cómo llegar al palacio de su padre, Alcinoo. Otra vez, ayudado por Atenea, Odiseo llega al palacio y el rey lo acoge como huésped.
Después de dos días, en un banquete, un poeta canta acerca de la caída de Troya, y del caballo que ayudó a esta. Odiseo rompe a llorar y revela su identidad. Le cuenta a Alcinoo y a la corte sus aventuras:

El viaje de Odiseo.

Después de la caída de Troya, las tropas de Itaca, comandadas por Odiseo, zarpan con rumbo a casa. Primero llegan a Ismaro, en donde saquean la ciudad de los cicones. Después, llegan al país de los lotófagos, donde algunos de los hombres del caudillo comen loto y no quieren regresar a casa. Odiseo los obliga y embarcan de nueva cuenta hasta que llegan a Ciclópea, en donde se enfrentan a Polifemo, gigante de un solo ojo quien además es antropófago. Después de devorar a algunos compañeros de Ulises, el héroe lo emborracha, lo ciega, y él y sus hombres escapan de él, llevándose además, las ovejas del Cíclope. El gigante, ciego, trata de detenerlos arrojándoles peñascos, y al no lograrlo, implora venganza a su padre, el dios Poseidón.
El siguiente punto a donde llega Odiseo y sus tropas es a la isla de Eolo. Ahí, el señor de los vientos los acoge por un mes, y cuando zarpan, le regala a Odiseo todos los vientos dañinos, en una bolsa de cuero, para que llegue a casa. Durante el viaje Odiseo duerme y los marineros, creyendo que en la bolsa de cuero hay un tesoro, la abren y los liberan, desatando una tempestad.
Con trabajos, los barcos llegan a la isla de los Lestrigones, gigantes antropófagos que dan cuenta de varios hombres de Odiseo. Huyen y llegan a Eea, la Isla de Circe, hija del Sol , quien convierte a algunos de los hombres en cerdos. Odiseo, ayudado por Hermes, resiste los encantos de la hechicera, la amaga y la obliga a que regrese a sus compañeros a su forma original –y además yace con ella-. Odiseo y sus hombres se quedan con la hechicera por un año, al término del cual el caudillo le pide ayuda para regresar a su tierra. Circe le indica que primero tendrá que bajar al hades para consultar al adivino Tiresias.
Odiseo obedece a la hechicera y viaja al hades. Ahí, además de Tiresias, se le presentan otras sombras: Aquileo, Anticlea, su madre; Elpenor, uno de sus hombres, muerto en la isla de Circe; Agamenon, quien le cuenta su muerte, a manos de Clitemnestra, su esposa, y Egisto, el amante de esta.
Odiseo y sus hombres regresan a Eea y le rinde exequias a Elpenor. Circe le da indicaciones de cómo sortear a las sirenas, y a los monstruos marinos Cardibbis y Escila. A las sirenas las vence tapando los oídos de sus hombres de cera y amarrándose él al mástil del barco. Después de huir de Cardibbis y Escila, llegan a la isla del sol, en donde hay un rebaño de vacas sagrado. Odiseo, a consejo de Circe, ordena a sus hombres no comerse las vacas, pero estos aprovechan el sueño del caudillo para matarlas. Las vacas siguen mugiendo y moviéndose después de muertas y desmembradas, y los dioses desatan una tormenta que hace que naufraguen. Odiseo, único sobreviviente, llega a la isla de Calipso, quien lo retiene por siete años.

LA TOMA DE ÍTACA (CANTOS XIII AL XXIV)

Alcinoo le da muchos presentes al caudillo, y lo manda en barco a su hogar. Al llegar, no reconoce su tierra, pero Atenea, disfrazada de pastor, le explica que está en casa, y que su casa está tomada por los pretendientes a su trono. Lo convierte en Mendigo para que nadie lo reconozca, y Odiseo comienza a planear como deshacerse de los indeseados huéspedes. Va a las porquerizas en busca de Eumeo, quien lo acoge y le da más información acerca de la situación en palacio. Odiseo le dice que es un cretense que peleó en Troya.
Mientras, en Lacedemonia, donde está Telemaco, Atenea se le aparece en sueños al joven, y le dice que debe regresar de inmediato a Itaca. También la diosa le advierte de la emboscada que le prepararon. Telemaco zarpa, y después de dejar a Pisistrato en su tierra, Pilos, llega sano y salvo a Itaca. Se dirige a la porqueriza por consejo de Atenea.
En la porqueriza, Odiseo se da a conocer ante su hijo. Le advierte que solo ellos pueden saber la verdad y hacen planes para derrotar a los pretendientes, quienes están atónitos de que su emboscada fallara.
Telemaco regresa a palacio y le cuenta a Penélope lo que le refirió Menelao. Teoclimeno profetiza que Odiseo está vivo. Odiseo, bajo la forma de mendigo, sufre múltiples humillaciones en camino a su palacio, pues varias de las doncellas están en colusion con los pretendientes. El único que lo reconoce es su perro, Argos. Durante el banquete de los pretendientes el héroe se pasea entre ellos solicitándoles caridad. Antinoo, uno de ellos, lo desprecia, pero Penelope le pide que le diga si sabe algo de su esposo. En el palacio, los sirvientes y los pretendientes le hacen múltiples desaires a Odiseo. Padre e hijo esconden todas las armas de la sala. Odiseo le cuenta a Penélope historias falsas, y esta, incrédula, le exige una prueba de que conoció a su esposo. Odiseo le describe el manto que llevaba cuando se fue y la identidad de su heraldo. La reina ordena a Euriclea que le lave los pies al huésped, y al hacerlo, la anciana lo reconoce por una herida en el pie, producto de la escaramuza con un jabalí. Odiseo le pide que guarde el secreto. Finalmente, Penélope decide hacer una contienda entre los pretendientes, y quien gane, la tendrá como esposa. La justa consiste en armar y tensar un arco, y con él disparar una flecha que pase entre el centro de doce hachas.
Todos lo intentan sin lograrlo. Odiseo se identifica ante dos de sus fieles criados y les indica que cierren la puerta a una señal suya. Odiseo también participa en la competencia: arma el arco, lo tensa y disparó una flecha que pasó limpiamente entre las hachas. Los pretendientes, aterrorizados, lo reconocen. Telemaco va junto a su padre, y entre los dos, dan cuenta de los pretendientes. Melanito, una de las criadas, trata de ayudar a los intrusos, pero es capturada por los sirvientes de Odiseo. Después de deshacerse de los pretendientes, Odiseo manda ahorcar a las mujeres cómplices de ellos, y hace morir a Melanito en suplicio. Mandan a purificar la casa con azufre.
Penélope todavía duda de su ese hombre es su esposo, pero Odiseo le relata el cómo construyó su lecho nupcial: lo esculpio de un árblo y mandó colocar cuatro paredes alrededor de él. Penélope queda convencida
Al final, Hades guía las almas de los pretendientes al averno, donde le relatan su suerte a Agamenon y a Aquiles. La noticia de la matanza se ha propagado, y los deudos se disponen a tomar venganza, pero Atenea y Zeus apaciguan los ánimos y vuelve a reinar la paz en Ítaca.

Elaboró: Omar Delgado

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenisimo,me has salvado.